Hola amigos, como ya os conté hace unos días, este pasado fin de semana me embarqué en la locura de comerme unas 13 horas de autobús. Tranquilos, todo tiene una explicación. Si leísteis el pasado post feliz cumpleaños princesa sabréis que viajé hasta Málaga para acudir al super-mega-hiper cumpleaños de mi sobrina mayor. Y lo prometido es deuda, os voy a contar toda mi aventura, ¿estáis preparados?
Cada vez que emprendo un viaje no puedo evitar tener un alto nivel de histeria incontrolada, me cuesta dormir y no paro de pensar en las cosas que quiero meter en la maleta y no quiero que se me olviden. Cosas importantes como, el cargador del móvil y del libro electrónico, el libro electrónico, la cámara.... Y luego está el eterno miedo a llegar tarde.
Tenía todo bastante programado, el bus salía de Murcia a las 16:00 pero claro, vivo a unos 70 km, eso quiere decir que me separan unos 40 minutos si no hay tráfico. Así que el viernes me levanté a las 8 dejé todo preparadito y a las 9 me fui a clases. Ese día tenía un larguísimo examen, el cuál tenía que acabar antes de las 13:00 ya que ese era mi tiempo límite para irme a Murcia y comer tranquilamente. Y deciros que lo conseguí (¡un ole por mi!). Tube tiempo hasta de esperar en la estación.
Pero claro, aquí no acabó mi odisea, durante el trayecto de 6 horas tuve que aguantar hasta Granada a dos cotorras, escuchando todas sus aventuras y viajes, que a mi no me interesaban para nada, ¡¡no me dejaban leer tranquila!! Y mientras tanto la patosa que llevo dentro quiso salir a la luz en el mejor momento...
Acabé de tinta hasta los dientes, es lo que tiene que se... el boli a mitad de un viaje |
¡A las 22:00 por fin llego a Málaga! Veo a mi madre y mi hermano esperándome en la estación y el subidón es total.
Al día siguiente, es el GRAN DÍA, por fin voy a ver a mis princesas y por la tarde será la fiesta. Paso una mañana entretenida, hacemos puzzles, jugamos con las pinypon, llegó el momento de ponerse bella...
Los momentos así no se pagan con nada |
Llegó el momento, LA FIESTA, todo está perfecto. Hay un photocall con globos aerostáticos precioso, en el que estoy deseando ponerme para hacer la gamberra pero me contengo. También tienen una zona de juegos, con colchonetas y tobogán con piscina de bolas incluidas. Hasta futbolín, sí futbolín habéis leído bien...
Su mesa de dulces, el photocall y muchísimos regalos |
No podía faltar la super tarta pero lo que más me flipó fue ¡¡la palmera de chocolate gigante!! |
Y todo esto con el añadido a que yo no pude resistirme ha hacerme la foto de rigor en el photocall así que aquí os dejo a la menda haciendo la gansa para no variar.
Yo y mis paridas varias |
Bueno finalmente, como podéis imaginar, el cumple terminó a las tanta y acabé... uf sin palabras. Así que me fui a descansar al hotel porque a la mañana siguiente me tocaba a las 8:00 coger el bus de vuelta, me esperaban 7 horas de viaje...
Espero que os haya gustado mi súper aventura en Málaga, ha sido agotador pero como se suele decir... "sarna con gusto no pica".
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