Amistad divino tesoro

Dicen que quien tiene un amigo tiene un tesoro, pero claro, nadie nos dice que a veces esos tesoros son de bisutería. Y es que en la vida hay amigos y AMIGOS.  Pero hasta que no pasas por un mal momento, no sabes si son verdaderos, o no.Hay quien dice que los verdaderos amigos son aquellos que puedes contar con los dedos de una mano; o que esos amigos son la familia que uno escoge ya que la de sangre toca. Aunque también están los que creen tener amigos y la realidad no es esa.

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No todos tenemos la misma vara de medir la amistad, al igual que el amor o las relaciones en general. Si os preguntara qué es un amigo de los de verdad para vosotros, ¿qué contestaríais?

Yo tengo clara mi respuesta: un amigo es aquel que comparte tus momentos de felicidad aunque esté a kilómetros de distancia, aquel que se alegra de tus triunfos aunque a él no le vaya tan bien como a ti, aquel al que no le molesta, sino que se preocupa, que le llames a las tres de la madrugada porque has tenido algún problema y necesitas hablar con alguien o algún tipo de ayuda. Amigos a los que a pesar de no haber llamado en semanas no se molestan porque no lo hayas hecho, sino que volvéis a hablar como si acabarais de hacerlo el día anterior...

A toda esta conclusión llego porque hace unos días llego a mí una frase que decía: La verdadera amistad no se trata de ser inseparables, si no de poder estar separados sin que nada cambie.

Y es que esta frase me hizo pensar en mis amigas de toda la vida, mi verdaderas amigas, esas que son como las hermanas que nunca tuve. Esas con las que puedo estar años sin verlas, como es el caso, o semanas sin llamar y no cambia nada entre nosotras. Siempre, siempre que nos ha pasado algo a alguna de las tres hemos podido contar las unas con las otras. Y es que tengo suerte de tenerlas en mi vida. 

Aquellos maravillosos años

No siempre he tenido la oportunidad de expresarles que significan ellas en mi vida. Aunque alguna vez, en momentos de ñoñeria nos hemos dicho cuanto nos queremos. Así que aprovecho este blog para decírselo ¡os quiero!  Lo bueno de mis dos niñas, así las llamo porque soy la mayor de las tres, es que a pesar de que somos muy diferentes entre nosotras y podemos discrepar en algunos asuntos tenemos tanta confianza y nos acoplamos tan bien que no hemos tenido momentos "chungos".

Una de las últimas veces que estuve en mi ciudad visitándolas, la madre de una de ellas me dijo que me dijo que le encantaba que su hija y yo siguiéramos siendo amigas después de tantos años y que le encantaría continuáramos siéndolo toda la vida. Y es que con su hija me une una amistad de casi 20 años, que se dice pronto. Ella y yo hemos pasado muchas, muchísimas cosas juntas, buenas y malas. Y aunque no hemos estado físicamente la una al lado de la otra hemos estado ahí cuando nos hemos necesitado. Y eso es lo bonito, no creéis?

Hay otra frase que define muy bien mi amistad con estas dos flores. La frese es de Elbert Hubbard, ensayista estadounidense, y dice así : "Un amigo es uno que lo sabe todo de ti y a pesar de ello te quiere". Que verdad más grande. Porque los amigos no son perfectos igual que uno mismo, todos cometemos errores y nos equivocamos, todos tenemos un mal día y quizás digamos cosas que no sentimos o no pensamos, o simplemente tenemos manías que otros no toleran. Pero los amigos, los de verdad, nos quieren hasta con los defectos o equivocaciones. 

Hay quien va por la vida con una carta de presentación muy característica, su sinceridad. A ver señores, hay que ser sincero en esta vida, sí y sobre todo con un amigo, pero para ser sincero hay que saber serlo. Me explico, la sinceridad no es decir lo que se piensa a voz de pronto, no. La sinceridad es decir la verdad, lo que se piensa con respecto a una situación pero con tacto, hay que saber decir las cosas, sobre todo con un amigo. Hay que ser sincero pero sin hacer daño. Porque como dice el dicho: -no ofende quien quiere sino quien puede. Y los amigos pueden hacer mucho mas daño con su sinceridad extrema que sin ella. ¿Sino por qué iba a doler mas la traición de un amigo?

En definitiva, ¿que decir de ellas dos? Solo gracias, gracias por estar conmigo cuando más os he necesitado, gracias por quererme tal y como soy y gracias por necesitarme cuando tenéis algún problema. Porque no me importa que tengáis que llamarme a las 3 de la madrugada porque no podáis dormir a causa de algún problema que os ronda en la cabeza. Porque no me molesta que necesitéis vuestro tiempo para contarme algo que os ha pasado, o porque me lo contéis al segundo de pasaros. Porque me gusta saber que a pesar del tiempo y la distancia seguís echándome de menos... Porque en definitiva, deseo cumplir el sueño de esa madre, de que dentro de muchos años sigamos siendo amigas.